LO QUE NOS HAN PROHIBIDO

Cada día cuando doy un vistazo al B.O.E me pregunto: ¿ que será lo que los políticos nos van a prohibir hoy ?


PROHIBIR ES LA MAXIMA EXPRESION DE AUTORIDAD


La primera prohibición que me viene a la mente es “Prohibida la blasfemia y la palabra soez” que junto al consabido “Prohibido hablar con el conductor” aparecía en los tranvías y autobuses de los años 50.
El “Prohibido fumar” también es de aquella época, pero tuvieron que añadirle “o llevar el cigarrillo encendido” cuando algún listillo dijo que él, fumar no fumaba, solo llevaba el cigarrillo encendido.
Entonces, estaba prohibido expresar no solo las propias ideas sino las de aquellos otros que se opusieran al Régimen
Pero en aquella época todos sabíamos que era lo prohibido y lo que no lo estaba; el problema empezó con la democracia, todos los Gobiernos que han subido al poder han tenido una desesperada necesidad de arreglar las cosas que para ellos no funcionan, necesidad que ha durado hasta nuestros días, naciendo de este modo la PROHIBICIONITIS.

Se ha prohibido correr en las carreteras poniendo límites de velocidad, y dentro de poco incluso será delito.
Se ha prohibido circular sin el cinturón de seguridad.
Se ha prohibido fumar en un montón de sitios.
Se ha prohibido la venta de bebidas alcohólicas en determinadas circunstancias.
Se han prohibido las edificaciones cerca de la costa.
Se ha prohibido tener ciertas clases de perros.
Se ha prohibido tener perros sin que estén censados.
Se ha prohibido el establecimiento de vaquerías, establos, cuadras y corrales de ganado y aves dentro del núcleo urbano de las localidades de más de 10.000 habitantes.
Se ha prohibido la venta domiciliaria de leche.
Se ha prohibido la venta ambulante sin la correspondiente licencia. (o sea el pago de las tasas )
Se ha prohibido la caza y pesca de todo tipo sin tener la correspondiente licencia.
Se ha prohibido circular por numerosísimos caminos de montaña.
Se ha prohibido la caza de setas en determinados parajes.
Se ha prohibido llevar animales domésticos a la playa.
Se ha prohibido criar especies protegidas incluso para ayudar a su reproducción.
Se ha prohibido la utilización de sobres no homologados.
Se ha prohibido aparcar en las calles de las ciudades salvo que se pague la tasa correspondiente.
Se ha prohibido acampar en el bosque.
Se ha prohibido tirar globos en las fiestas de crios.
Se ha prohibido el uso de bocinas o cualquiera otra señal acústica dentro del perímetro del suelo urbano.
Se ha prohibido hacer publicidad en las carreteras.
Se ha prohibido llevar publicidad en los vehículos.
Se ha prohibido hablar por teléfono mientras se conduce. (Tal vez se pueda hacer al revés,...)
Se ha prohibido hacer señales con las luces de un automóvil aunque sea para saludar a un amigo.
Se ha prohibido subir o bajar del transporte público en marcha.
Se han prohibido los detectores de radar de la policía de tráfico.
Se ha prohibido ir en moto y en bicicleta sin casco.
Se ha prohibido enseñar cualquier cosa sin tener un título que habilite para ello.
Se ha vuelto a prohibir fumar en mas sitios.
Se ha publicado una Ordenanza Civica” en Barcelona, donde se prohíbe incluso jugar con las palas en la playa o bañarse cuando la bandera esta roja.

En fin, en la legislación vigente se ha podido constatar que la palabra “PROHIBIDO” aparece en unos 1.240 documentos desde 1881 hasta 2003 de los que 740 han sido publicados entre 1960 y 2003, de las que las anteriores son un ejemplo pintoresco y triste a la vez de que nuestros Gobiernos prefieren el camino fácil, prohibir es mas fácil que educar y ademas, educar cuesta dinero y prohibir lo produce por medio de las multas que casi siempre acompañan a tal palabreja, y ya se sabe, cuando se habla de dinero.....

Esto me recuerda la reflexión que me hacía un amigo con respecto a los cambios ocurridos en estos últimos 50 años, y me decía algo parecido a esto:


La verdad es que no se como hemos podido sobrevivir. ... sobrevivir a nuestra infancia ¡

Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos:

Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la clase turista.

No tuvimos puertas con protecciones o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños.

Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni codos y muchas veces sin frenos.

No existían las banderas rojas, amarillas ni verdes en la playa, y lo divertido era jugar en el agua precisamente cuando había muy mala mar,

Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a "lo que hace la madre hacen los hijos", esto es, a ver quien era el mas bestia.

Pasábamos horas construyendo nuestros "vehículos" con trozos de rodamientos y maderas del desguace para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.

Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.

Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y solo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle o teníamos hambre. Nadie podía localizarnos.

Eso si nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar allí el rato.

No había móviles. Estábamos incontrolados.

Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables y nadie se quejaba.

Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina y unos puntos y al día siguiente todos contentos. La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza...

Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo.

Ibamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una cartera que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!!

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos.

Si acaso alguno era gordo y punto.

Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando.

Compartimos botellas de refrescos y nadie se contagio de nada. Solo nos contagiábamos los piojos en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.

No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de televisión, películas en vídeo, sonido surround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrandonos por los suelos destrozando la ropa.

Nosotros si tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos.
O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate...,en fin tecnología punta...

Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos a la puerta.
¡Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?

Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas. Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes, agua sin embotellar, donde chupaban los perros!!!

Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la escopeta de perdigones o con el tirachinas, antes de ser mayores de edad y sin adultos, !! DIOS MÍO !!

En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos.
Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.

Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes extra!

Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarlas el culo y jugando a beso, verdad y atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P

Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las consecuencias.
No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos si trasgredíamos alguna ley era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas.

Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

Y después de todo esto conseguimos llegar hasta aquí, e incluso ser hombres y mujeres de bien, capaces de tener una responsabilidad y de cumplir un cometido de criar a nuestros hijos en una sociedad que nos esta prohibiendo cualquier iniciativa propia y que va a producir unos seres minusválidos por imposibilidad de ejercitar sus iniciativas y de equivocarse ya que pronto esto también estará prohibido.

Mientras tanto, SALUD