Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Supremo.
Muy Sr. mío:
Me disgusta enormemente y considero una falta de respeto que el idioma que me enseñó mi madre, que utilizo para comunicarme con mi esposa, con mis hijos y con mis nietos, con el que leo el periódico, oigo la radio y veo la televisión ademas de servirme de medio de comunicación con mis amigos, al que la Constitución reconoce como idioma oficial en la Comunidad de Catalunya, y con el que tengo derecho a dirigirme a los órganos del Estado, haya sido puesto por usted a la altura de una actividad folclórica.
Si usted quiere aprender el catalán para enriquecer su cultura, hará muy bien si reside fuera de Catalunya, pero si viene a residir en nuestra comunidad, le recomiendo que lo aprenda ya que de lo contrario no va a enterarse de lo que le explique su vecino ni podrá seguir los partidos del Barça desde Catalunya Radio, pero si lo que va a hacer es venir a trabajar aquí, se verá obligado a aprenderlo, porque a partir de ahora me he propuesto dirigirme a los Juzgados y Tribunales en catalán, cosa que hasta ahora no hacía por respeto a los Magistrados que siendo de otras Comunidades no lo conocían.
Como ve yo le respetaba a usted mucho mas de lo que usted me ha respetado a mi.
