Muy Sr. Mío:
Escribo esta carta abierta en castellano, en contra de lo que afirme hace
un tiempo, porque pretendo que pueda usted leerla (que iluso soy, verdad ¿) en
su integridad sin necesidad de interpretes.
Soy persona educada en castellano, incluso estudie tres años en San Lorenzo
del Escorial (colegio y universidad) y con mis padres hablaba en castellano, la
carrera la estudie íntegramente en castellano y he perdido algún cliente por no
querer redactar un contrato en catalán. Estos son mis antecedentes.
Mi primer desencanto, aunque entonces no me percaté de ello, fue cuando en el
colegio, allá por año 1960, me decían los hermanos de la Salle que no hablara
catalán. No lo entendía pero como los demás chicos obedecían …. Cuando estuve
en El Escorial solía ir a un bar a merendar y les pedía “pan con tomate” con algún
acompañamiento y jamás conseguí que me lo hicieran. Me daban el pan y el tomate
para que me lo hiciera yo. La verdad es que me sentía menospreciado.
De la misma forma que ahora me siento menospreciado por usted y por sus
compañeros (alguien les ha llamado compinches de banda) de viaje. Me siento
menospreciado porque usted que representa al Gobierno de España y al partido
que más votos ha obtenido en España y que es un partido “residual” en Catalunya
es quien manda en mi País. Me siento
menospreciado porque con más de 150 miembros de su partido, con cargos de
responsabilidad en los diferentes gobiernos, imputados y alguno de ellos en la cárcel
no ha tenido usted la gallardía de hacer nada para dotar a la justicia de los
medios necesarios para que los enjuicien de forma rápida y ejemplarizante. Me
siento menospreciado porque desde que está usted en el gobierno, no ha cumplido
ni una sola de las promesas que ha hecho a Catalunya. Me siento menospreciado
porque pone usted sus intereses personales y los de su partido por delante de
los intereses de España y por descontado de los de Catalunya. Me siento
menospreciado porque con su manía centralizadora y radial del país están impidiendo
el desarrollo de zonas productivas y están haciendo inversiones que solamente
van a producir votos a su partido. Me siento menospreciado porque están ustedes
menospreciando mi idioma materno. Me siento menospreciado porque ustedes
menosprecian nuestra cultura. Me siento menospreciado porque el Presidente del Gobierno
de España, o sea usted, no se ha molestado en intentar aprender un idioma que
le permita comunicarse con los demás Presidentes de Gobierno de Europa. Me
siento menospreciado porque no es usted capaz de hacer un discurso digno ni
siquiera leyéndolo. Me siento menospreciado porque es usted incapaz de
someterse a una rueda de prensa en la que los periodistas le pregunten lo que
quieran sin que las intervenciones estén preparadas de antemano. Me siento
menospreciado porque ha sido usted incapaz de ofrecer nada a mi Gobierno y nos está
poniendo contra las cuerdas y obligándonos a tomar iniciativas hacia una
independencia de España. Me siento menospreciado porque lo que al principio
califico usted de referéndum independentista, pasó a ser una participación
ciudadana sin importancia después de ser suspendido por el T.C. y ahora, sin
que haya cambiado nada, vuelve a ser un referéndum independentista. Defínase de
una vez, o es que no puede definirse ¿ o no le dejan?. Me siento menospreciado
porque no sabe usted hablarnos más que de ley y de constitución y aunque se
autocalifica de político no entiende nada de política ni tiene talla para serlo
y mucho menos presidente de gobierno y no voy a aducir ningún tipo de razones
económicas, históricas ni de ningún otro tipo para decirle que me he vuelto
independentista, que me han convertido ustedes en independentista y solamente
porque ME SIENTO MENOSPRECIADO. ¿Simple
verdad? .
Pero también estoy contento, muy contento, porque tengo , tenemos, una
ilusión, un proyecto de Pais, un futuro que podremos construirnos nosotros sin
nadie que, desde dentro, nos impida progresar, ser lo que siempre hemos
querido, un País, una Nación, un Estado independiente de España y voy y vamos a
poner todo nuestro empeño en conseguirlo.
De momento vamos a votar. Nosotros queremos saber si en Catalunya somos mayoría
los que queremos la independencia o no lo somos, porque somos tan demócratas que
estamos dispuestos a aceptar el resultado de las urnas, cosa que no se puede
decir de ustedes que no quieren arriesgarse ni a saber cuántos somos. ¿Tanto
miedo les da saber el resultado?.
Al principio parecía que tenían miedo por nosotros, porque pensaban que no
seriamos capaces de subsistir sin España a nuestro lado, pero luego ya se les
vio el plumero, el miedo era por ustedes, porque saben que España no subsistirá
sin nosotros los catalanes, la gallina de los huevos de oro, porque siguen con
el orgullo de la villa y corte y menosprecian a “los de provincias” que
trabajan y que se han de estar calladitos y sin hacer ruido para que la villa y
corte pueda hacer y deshacer a su gusto. Pues si de mí, y de unos cuantos
catalanes más, depende, se les ha acabado el chollo, tendrán que ponerse a
trabajar si quieren pagar su deuda y tener pan en la mesa cada día.
Hasta ahora ninguna de las colonias que se han independizado de España ha
solicitado volver. Por algo será. Y con Catalunya va a pasar lo mismo. Sabemos
que será duro y largo, pero será, ¡esta vez sí¡.